miércoles, 12 de enero de 2011

Cuando cuesta seguir...


Confiando,
esperando lo que ha de venir,
sin vacilar porque se tiene fe,
a veces resulta difícil mantener la esperanza,
pero nada es imposible.

Cuando uno ha perdido una batalla,
es difícil creer que se ganara la guerra,
pero siempre hay que seguir luchando
y perseverar hasta el final.

Suele haber pesimismo,
pero hasta él más grande ha flaqueado,
hay que saber levantarse,
porque una caída no puede evitar que se llegue al destino.

Cuando cuesta seguir...
hay que saber en quien confiar
para que te sostenga la mano en tu caminar,
¡yo, confío en Dios!