Que daría por un abrazo tuyo,
y pegadita a tu pecho
calmar mi agitado corazón.
Cuando me siento débil,
vienes a mi mente como un murmullo
que dice que todo estará bien.
A veces,
sólo a veces quisiera que la distancia,
fuera de solo un paso y ahí estuvieras tú.
Porque lo importante
no es lo que dices,
sino lo que sientes y yo lo se.
Porque mis locuras,
mis angustias por no saber que hacer,
no caen en el abismo de la incertidumbre.
Quiero mirarte una sola vez,
y pensar que no todo ha sido en vano,
y que hice bien en creer en ti.