Bailar bajo la lluvia,
tratando de espantar a la soledad,
la lluvia nos envuelve con su manto húmedo,
mientras alzamos nuestras manos
y nuestro rostro hacia el cielo,
tratando de que esas gotas de lluvia
se la lleve con ella.
Y seguimos bailando,
como si quisiéramos que esto nunca acabara
y gritamos, ¡ fuera de mi vida!,
y gritamos, ¡ fuera de mi vida!,
hemos enloquecido en nuestro baile de olvido
y de tristeza
que a veces nos ahoga también,
y nos detenemos.
Sigue la lluvia y
sigue nuestro baile,
cuando la lluvia se convierte en una tormenta,
pareciera que nos quisiera sacar esa soledad a la fuerza
y queremos que la saque del cuerpo y de la mente.
porque no la necesitamos y no la queremos.
Ahora la lluvia ha cesado,
y todo se ha calmado,
ya no se siente, ya no anda por aquí,
y reímos,
seguimos nuestro camino,
pero ahora más feliz,
y sin temor a la soledad,.
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