Mar

Mar,
que tranquilo es como un bebé durmiendo,
que cuando se enfurece es un niño malcriado,
que nadie controla y que golpea las rocas sin parar.

Mar,
me gusta tu inmensidad,
me gusta saber que no tienes limites,
que acoges a todas la criaturas pequeñas o grandes.

Mar,
navegar en tus aguas desearía eternamente,
quiero disfrutar de tus maravillas,
dejame verlas, te lo suplico.

Mar,
el sol hace un camino al amanecer,
que te muestra precioso a mis ojos,
al igual que al atardecer.

Mar,
que hasta la luna
quiere juguetear en tus aguas,
cuál muchacha inquieta.

Mar,
ni las nubes empañan tu hermosura,
ni la lluvia que arremete sin recelo,
podrá ensombrecerte.

Mar,
cristalino cuando no eres molestado,
oscuro cuando te dañan sin razón,
y destruyen a los que guardas bajo tu seno.

Mar,
que más te puedo decir,
simplemente gracias a Dios
por permitir que te disfrute.

Foto sacada de: www.ecologiaverde.com